El núcleo de compañías se divide en cuatro grupos de trabajo para tratar distintas temáticas: nuevas cadenas de suministro de películas plásticas; logística inversa para electrodomésticos; aplicación de resina reciclada en productos de alta calidad; y diseño circular.

“La transición hacia la economía circular solo puede ser posible si las cadenas de valor se integran para crear soluciones a escala, porque el problema de un sector puede ser resuelto por otro”, ha señalado la directora del Hub-EC, Beatriz Luz, en un comunicado, y ha añadido que “las empresas deben estar dispuestas a cambiar sus procesos, ayudarse mutuamente, seleccionar materias primas alternativas y diseñar nuevas estrategias logísticas”.

Liderado por ‘Exchange 4 Change Brasil (E4CB), e integrado por entidades como Nespresso, Electrolux o Gerdau, el ‘hub’ ha organizado desde sus orígenes, en 2020, hasta 3 seminarios web internacionales para intercambiar conocimientos sobre la economía circular, alcanzando a una audiencia de más de 15 países diferentes.

El resto de empresas que lo componen son Covestro; Tomra; Plastiweber; RCR Ambiental; Wise; Sinctronics/Fit/Flex (grupo empresarial); Equipa Group; Cempre; Rhein Advogados; el Centro de Relaciones Internacionales de Brasil (CEBRI, por sus siglas en portugués); Casa de la Moneda de Brasil; SENAI CETIQT; y el Instituto para el Desarrollo Tecnológico de Brasil.

Cultura colaborativa

Luz también ha destacado la importancia del proyecto en América Latina, “debido a la falta de una cultura colaborativa, sin sentido de urgencia y bajo apoyo gubernamental” que impera en la región.

Precisamente “un marco político diferente” al de Europa, ha explicado, donde “la economía circular es la primera prioridad” y las empresas cuentan “con políticas públicas específicas, una serie de asociaciones público-privadas ya establecidas e incentivos financieros hacia modelos comerciales circulares”, facilitando su colaboración.